¿Rendirse? ¡Jamas!

Pienso qué escribir, cómo empezar y cómo continuar. Solo se que quiero dar, compartir y seguir ilusionando a todo el mundo que me rodea. Porque deseo lo mejor, mejorar y que cada día seamos tod@s un poco mejores, y no en función de lo que se «debe», o lo que nos dicen o de nuestras propias mentiras. Sino en función de aquello que queremos ser, que deseamos, que nace desde lo más hondo de nuestra propia naturaleza única: Como seres humanos e individuos únicos e irrepetibles.

Quería titular la entrada así: ¿Rendirse? ¡EQUOjamas!, pero he pensado que no quiero ahora saturar más a la amig@s. Pero no os voy a ser falso, el nacimiento de la necesidad de escribir hoy nace de EQUO.

Pero no nace de la desazón o del desanimo. No por los resultados. Si no por mi inexperiencia en asimilar y valorar todo lo hecho. Ayer noche y hoy he tenido tiempo para reflexionar sobre algunas cosas, pocas aun, porque es muy pronto, porque aun no habido tiempo suficiente para una persona tan inexperta en este terreno de la política electoral. Pero no creas que me ha decepcionado, no quiero que pienses ni un instante que si, que es verdad que no vale para nada, que es algo corrupto y irrecuperable. PARA NADA.

Mi experiencia ha sido gratificante, emocional y no puedo estar más orgulloso de mis compañeros conciudadan@s participando en la jornada electoral, como de mis compañeros hermanos de ICV, como de mi mismo.

Un jornada, donde mi cuerpo me estaba diciendo que estaba al limité, pero donde mi corazón decía: ¡ADELANTE! No tiene nada de épico, estaba malo, cogí frío los días anteriores y el sábado lo pase el día entero en cama, con la cabeza y el cuello fatal.

Total que me arme de ibuprofeno(gracias a mi compi de piso ;)) y de muchísima ilusión y Gregorio me llevo de mesa en mesa, disfrutando de un punto de vista ÚNICO. El trabajo de tod@s los ciudadanos elegidos por sorteo para las mesas, los apoderados e interventores de los partidos. Todo respiraba armonía y todo funcionaba como un reloj.

Fue un día de hablar con muchos compañeros de otros partidos, de saludos entre semejantes muy curiosos. Saludos con gente del PP, PSC… e incluso PxC… las miradas parecían cómplices de una rivalidad y una carga intrínsecas.

Pero más hermoso es ver como las personas llegan y votan: Votan lo que quieren, y preguntan en libertad.

Anécdotas, unas cuantas. Pero para mi las mas BELLAS fueren estas:
-Ver como a lo largo de la mañana las mesas electorales rebosaban vida, colas de gente para votar, familias enteras, niños pequeños en los carros llorando… ^^
-Como una señora mayor quería votar por su madre, alegando que esta no podía porque había pasado mala noche. Como se le atendió y bueno se le explico que no era posible. Pero lo bien que lo argumento. 🙂
-Como ver las reclamaciones de ciudadanos apoyando la campaña de DRY y 15M. Tardo en llegar pero hubo mesas en Sant Adria que tuvieron sus reclamaciones de esta otra inteligente acción de este fantástico grupo de personas, de las cuales me siento tan cercano y participe.
-Y por ultimo dejo el que más hondo me llego. Ya con la jornada terminada, en la mesa de una compañera de ICV, Mariana y de la hermana de Gregorio, me contaron que votaron muy pocas personas jóvenes, pero muy pocas. Pero que llego una que estaba buscando una lista en concreto y no la hallaba. Bien esta ciudadana joven pregunto a las compañeras de ICV y estas se quedaron sorprendidas al descubrir que buscaba a EQUO. Ellas les explicaron que ICV tiene un acuerdo con EQUO y que si quería ayudar a EQUO podía votar a ICV. ¡Y así lo hizo!

Como ya digo podría narrar aun más anécdotas, como los recuentos de votos en las mesas donde estaba o como íbamos descubriendo los resultado de ICV o como cuando llame a mi compañero de EQUO en Granada para preguntarle y como lo encontré desanimado… todo aunque parezca negativo en apariencia, en realidad es POSITIVO. ¿POR QUÉ? Me preguntaras.
– Es que eres un positivo compulsivo. Quizás.
-Es que eres un cabezón orgulloso y no te gusta aceptar tus errores. Quizás. Pero ya menos. 😉
-Mi respuesta es la siguiente:
«Porque para aprender, para mejorar, para poder decir si se puede o no hacer algo, antes hay que hacerlo, antes hay que ir a por todas, ir y pegarsela, si toca. Pero ser conscientes de los recorridos, de los proyectos. Como la vida: Se nace, se crece y se muere. Y para andar antes hay que caerse mucho. Pero desde la ventana, sin hacer nada, auto-lamentándose no se consigue nada. Por que el miedo al error nos hace débiles, porque el miedo ha hacer nos hace vivir sin cambios, por lo tanto sin mejoras.»

Por lo tanto, Yo no me rindo. ¿Tu te rindes? si la respuesta es negativa, ya tienes un compañero de viaje fiel.: EQUO.

David Gámiz Jiménez

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